¿Quién sabe lo que conviene a nuestros hijos?

Curso de pre-adolescencia para padres

¿Quién sabe lo que conviene a nuestros hijos?, ¿Puede un niño o niña de 11 años saber qué es lo más conveniente para él mismo? ¿Sabe nuestra hija que la queremos a rabiar? Fueron algunas de las preguntas que Gregorio Donoso planteó a los padres para comenzar a dialogar sobre la «Autoridad». El expositor es integrante del Equipo de la Fundación Hacer Familia que está a cargo del curso de pre-adolecencia impartido durante este mes en Los Alerces.

La autoridad es el resultado de un proceso interior en quien tiene esa autoridad, por el cual él mismo lucha por los valores que desea transmitir. Y también requiere un proceso interior en quien está siendo conducido, por el cual experimenta la irradiación de esa encarnación y se despierta en él mismo la voluntad de plegarse a tales valores. Los primeros los padres, los segundos los hijos.

La autoridad no está en primer lugar para mandar, organizar, coordinar, sancionar o controlar. Su primer papel es el de encarnar un ideal y conducir hacia él. La fuerza motriz para el cumplimiento de tal papel es la actitud de servicio, la actitud paternal.  El significado del término autoridad en latín es «hacer crecer», y éste:

«Es un derecho que tienen todos los niños del mundo. Derecho a que me eduques. La autoridad es un medio para generar autonomía en nuestra hija, que a su vez es medio para ejercer la libertad. De ahí la importancia de tener consistencia, coherencia  y consecuencia en  nuestros actos y no educar por mayoría o por reacción.  Lo mismo que te exijo, lo hago», Gregorio Donoso.

La clase tuvo una dinamica muy participativa por parte de los padres quienes primero trabajaron sobre algunas conductas que desprestigian a la autoridad, como por ejemplo la falta de claridad en los mensajes, el no ser perseverantes y el egoísmo.  Luego trabajaron sobre comportamientos que potencian y cuidan el ejercicio de la autoridad, como tener una presencia-presente con nuestros hijos (evitando «estar» pero con los sentidos ocupados en otras cosas), tener normas de acuerdo a la edad de los niños, ser ejemplo y vivir de acuerdo a algunos valores que no se transan.

«A nosotros como familia nos ha servido tener algunos «intransables», pocos, pero que sabemos que existen y que actúan como límites para enseñar a los hijos lo que deseamos como familia», comentó un asistente, quien junto a otros padres discutieron algunas de las estrategias usadas con éxitos en sus hogares.