Liziba: Abriendo horizontes a las mujeres de El Congo

Alrededor de 500 personas, entre padres, profesoras, alumnas y egresadas, participaron en la Tallarinata que se organizó en el gimnasio de nuestro Colegio el pasado miércoles 10 de abril. El objetivo fue recaudar fondos en beneficio de las alumnas del Colegio Liziba y del Liceo Técnico Kimbondo, ubicados en el corazón de El Congo, África.

En un ambiente relajado, sencillo y familiar, pudimos conocer de primera fuente la realidad de este país y las dificultades que enfrenta la mujer para acceder a la educación. Assina Kahamba, profesora y Directora de Formación del colegio Liziba, fue la invitada especial y nos dio un testimonio de lo que significa vivir en un país donde la pobreza es extrema (47%), la desnutrición, crónica (70%), y la educación, un privilegio de algunos.

“En El Congo alrededor de 10 millones de niños que no asisten al colegio, ya que la enseñanza no es gratuita ni obligatoria. La situación de la mujer es muy precaria y desde muy pequeña tiene que trabajar. Los padres priorizan la educación de los hijos hombres y las mujeres tienen muy pocas oportunidades”, cuenta Assina.

En este contexto nace Liziba y Kimbondo, dos iniciativas que hace casi 20 años fueron impulsadas por un grupo de padres que se dieron cuenta de la necesidad de entregarles a sus hijas una educación de calidad. La formación espiritual de ambos establecimientos está encargado a los sacerdotes de la Prelatura del Opus Dei.

Hoy Liziba cuenta con 420 alumnas entre los 3 y los 18 años, y las primeras generaciones de egresadas estudian Medicina y Derecho en la universidad. El colegio trabaja en estrecha colaboración con los padres de las familias y pone especial énfasis en la formación en valores y en la capacitación permanente de las profesoras.

Las condiciones son extremas: el colegio cuenta con luz eléctrica solo los martes y jueves, ya que tiene que turnarse con otros lugares; las familias de las niñas que ahí estudian muchas veces no tienen recursos y una visita cultural puede consistir en ir a conocer una casa o un supermercado.

Sin embargo, han sabido sobreponerse a las dificultades porque están convencidos que la educación les va a permitir a estas mujeres salir de la pobreza, dignificar sus vidas y colaborar a transformar desde dentro a su país.