La alegría de darse en familia

Una mañana de servicio y entrega a los demás vivieron algunas familias de 5°B y 7°B el sábado pasado. Grandes y chicos visitaron sus respectivos FAS (Familia Acción Social) para compartir con la gente del lugar que los estaba esperando. Ya llevan varios meses compartiendo con esas personas y el cariño y los vínculos que se han formado, cada día son más fuertes.

Diez familias del 5°B más 6 niñitas del curso que se sumaron visitaron el Campamento “21 de Mayo”, ubicado en Colina. Ahí viven alrededor de 200 familias con muchos niños chicos, algunos son chilenos y otros inmigrantes haitianos y venezolanos. No tienen luz ni agua potable y sus casas tienen pisos de barro.

Como es tradicional lo primero fue juntarse en la sede vecinal para disfrutar de un rico desayuno con la gente de allá. Luego, los papás y niños adolescentes se trasladaron a dos casas para instalar en su interior planchas de plumavit que ayuden a aislar esas viviendas del frío y del calor.

Por su parte, las niñitas habían juntado botellas de detergentes y bebidas para realizar una actividad manual. Esa mañana las cortaron y pintaron con los niños de allá y las transformaron en preciosos maceteros en donde pusieron unas plantas que les llevaron de regalo.

Un proyecto diferente está desarrollando el 7°B. Tomando el lema que el Colegio escogió para este año: “Ser constructores de puentes y no de muros”, quisieron levantar un puente con la comunidad mapuche de Lo Barnechea.

Con el apoyo de la Municipalidad, eligieron el Parque Las Rosas como el lugar de encuentro y es ahí donde comparten con las familias mapuches en cada visita FAS. El objetivo es acercar ambas culturas, aprender uno de otros, aportar lo propio y romper prejuicios.

Las niñitas han aprendido mucho de esta cultura. Ya conocen su historia, su bandera, su baile y comidas típicas. Han aprendido algunas palabras en mapudungun y han jugado a la chueca con los niños de allá.

En la visita del sábado pasado, los papás terminaron la construcción de una ruca, como símbolo de unión entre ambas culturas, y para inaugurarla almorzaron todos juntos una cazuela preparada por las señoras mapuches.

Al finalizar las familias se encomendaron a la Virgen de Todos los Pueblos, pidiéndole que esta ruca y el acercamiento que han tenido con la comunidad mapuche sirva para fomentar la unión y la paz en nuestro país.