Fiesta de San Alberto Hurtado

El 18 de agosto celebramos la entrada al Cielo de San Alberto Hurtado, nuestro segundo santo chileno. Abogado y sacerdote jesuita, trabajó como profesor en la Universidad Católica, escribió varios libros y dirigió la revista Mensaje.

En 1944 fundó el Hogar de Cristo, un lugar para acoger a las personas más desposeídas, a los más pobres de los pobres. Él fue capaz de descubrir el rostro de Cristo en el prójimo y en el más necesitado. Se entregó a los demás de manera incondicional y salía al encuentro de los más solos y vulnerables para mostrarles el amor y la misericordia de Dios.

Nada de esto hubiera sido posible sin una profunda vida de fe y de amor a Cristo y a la Iglesia. Antes de salir a la calle en su conocida camioneta verde, hacía al menos una hora de oración frente al Santísimo. El amor a Jesús en la Eucaristía fue el centro de su vida y nunca dejó de poner todo su trabajo en manos de María, a través del rezo del Rosario.

Murió con fama de santidad el 18 de agosto de 1952 y fue canonizado en Roma el 23 de octubre de 2005 por el Papa Benedicto XVI.

Hoy acudamos a su intercesión para que desde el Cielo cuide a nuestro país y nos ayude a salir más fortalecidos de estos momentos de mayor dificultad.