FAS: Servicio y entrega en familia

Ocho proyectos de acción social están desarrollando las alumnas de 5° a 8° Básico en diferentes lugares de Santiago. El común denominador es que en cada FAS se involucra a la familia completa, incluidos los papás y hermanos. Cada uno aporta desde lo suyo en cualquier tarea que le toque realizar, y así la experiencia se vuelve muy enriquecedora.

El 5°B, por ejemplo, está ayudando a los habitantes del Campamento “21 de Mayo”, en Colina. En ese lugar viven alrededor de 200 familias en condiciones paupérrimas: no tienen luz ni agua potable, los pisos de las casas son de barro, muchos niños dan vueltas por ahí, con short, polera y hawaianas en pleno invierno. Algunos son chilenos y otros inmigrantes haitianos y venezolanos.

Durante el primer semestre las niñitas organizaron tres campañas para juntar frazadas, ropa usada en buen estado y cajas de zapatos. Así van consiguiendo los materiales necesarios para las distintas actividades que desarrollan allá.

Cada visita empieza con un cariñoso desayuno en la sede vecinal, donde llegan muchos niños del campamento con sus familias. Los papás se hacen cargo de los trabajos materiales, por ejemplo, reparar casas dañadas por la lluvia, poner nylon y placas de zinc, armar y limpiar canaletas, etc.

Las mamás con sus hijas organizan ventas con la ropa que han juntado en el curso y venden todo a un precio simbólico. En paralelo, otro grupo desarrolla alguna manualidad con las mamás y los niños de Colina.

El 6°A está ayudando a las familias del campamento “Nueva Esperanza” también en Colina. Este año se han enfocado a remodelar la sede social del lugar. La limpiaron, arreglaron el techo, la pintaron y ahora le van a poner piso y una reja. En cada visita también organizan con mucho cariño las actividades con los niños y las mamás de allá.

Las niñitas se han involucrado muchísimo en este proyecto. Han instaurado el “Té FAS”, que consiste en que todo el curso se junta por grupos en distintas casas un viernes en la tarde y cocinan o arman manualidades que después venden en los condominios. Así van juntando los recursos necesarios para el proyecto.

Durante las pasadas vacaciones de invierno realizaron trabajos en sus casas, como lavar autos, pasear perros, botar la basura, etc, y así pudieron ir juntando dinero para comprar las 80 sillas que necesitan para habilitar la sede social.

Por otra parte, hicieron una campaña de útiles escolares para que los niños del campamento tengan los materiales necesarios para recibir reforzamiento escolar.

El proyecto ha sido muy exitoso porque además de involucrar a las niñias, las encargadas del FAS hacen un seguimiento y se juntan después de cada visita para evaluar y analizar lo que se pueda mejorar.

El 7°A apoya a un tercer campamento que hay en Colina. Se llama “Nueva Comaico” y en él viven aproximadamente 56 familias, la mayoría inmigrantes, jóvenes y con niños chicos.

Al igual que en los casos anteriores, las niñitas organizan actividades y juegos con los niños del lugar, y las mamás conversan con las señoras de allá mientras realizan alguna manualidad. Los papás realizan trabajos materiales. Durante los meses previos al invierno, a ellos se les pidió que repararan y protegieran del frio y de la lluvia a las casas más vulnerables del lugar.

La experiencia en estos campamentos ha conmovido a las familias de estos cursos y les ha ayudado mucho a valorar y agradecer las comodidades que tienen en sus casas.

El 6°B, por su parte, está apoyando la labor que realiza la Fundación Trabün en la Escuela República de Grecia en Puente Alto. Las alumnas reciben con anticipación la materia que tienen que enseñar esa mañana, y así llegan bien preparadas para el reforzamiento escolar que realizan en matemáticas, lenguaje o ciencias, siempre a través de juegos y talleres.

En paralelo, las mamás realizan alguna manualidad con las señoras de Puente Alto, y los papás se encargan de los trabajos materiales que necesite la escuela, como el jardín o alguna pequeña construcción.

El 8°A también apoya a la Fundación Trabün en otro colegio de Puente Alto: el Monte Olivo. Ahí las niñitas hacen reforzamiento escolar a alumnos de 1°, 2° y 3° Básico. A través de juegos y dibujos les van explicando las materias y luego trabajan la parte formativa en la que se les enseña a vivir una virtud o un valor.

Por su parte, todas las mamás se juntan para realizar alguna manualidad, mientras conversan y comparten experiencias. Los papás y sus otros hijos realizan algún trabajo material como pintar o arreglar un jardín.

En ambos cursos la experiencia de este primer semestre ha sido muy positiva. Las niñitas sienten que tienen mucho que entregar, que enseñan cosas concretas que les van a servir a los niños de allá y que ellas mismas son las más beneficiadas. Todas terminan muy contentas y con ganas de volver!!

Un proyecto diferente está desarrollando el 7°B M. Tomando el lema que el Colegio ha escogido para este año: “Ser constructores de puentes y no de muros”, quisieron construir un puente con la comunidad mapuche de Lo Barnechea.

Con el apoyo de la Municipalidad, eligieron el Parque Las Rosas como el lugar de encuentro y es ahí donde comparten con las familias mapuches en cada visita FAS. El objetivo es acercar ambas culturas, aprender uno de otros, aportar lo propio y romper prejuicios.

Las niñitas han aprendido mucho de esta cultura. Ya conocen su historia, su bandera, su baile y comidas típicas. Han aprendido algunas palabras en mapudungun y han jugado a la chueca con los niños de allá.

Los papás están trabajando en la construcción de una ruca, como símbolo de unión de estas distintas culturas en la comuna, y las mamás están preparando un proyecto de artesanía mapuche, asesorando a las mujeres del Parque las Rosas para que sepan en qué productos concentrarse y cómo presentarlos mejor.

En un encuentro después de Semana Santa, los mapuches les regalaron a nuestras familias un canelo, su árbol sagrado, y a su vez, ellas les entregaron un conejo de Pascua, como símbolo de la Resurrección de Jesús.